¿PARA QUE SIRVE ESTA APLICACIÓN?
Esta aplicación sirve para contrastar nuestra visión o la de los participantes en un proyecto de lectura con los
posibles beneficios que tiene respecto a una serie de objetivos de naturaleza cultural, educativa o social en términos
generales.
Utiliza como fuente de información las opiniones sobre el posible impacto positivo de proyectos de lectura que tienen los
mediadores de la lectura y la ciudadanía que participa en ellos. La aplicación relaciona los proyectos con una serie de
beneficios para las personas o para la sociedad, ofreciendo una estimación sobre el grado de incidencia que tienen en
cada uno de los ámbitos de mejora que se han identificado.
La herramienta dispone de un método de cálculo, basado en ponderaciones que se han automatizado para calcular, a partir de las puntuaciones que otorgan las
personas encuestadas, la intensidad de la relación de cualquier proyecto de lectura con una serie de objetivos (mejoras
educativas, emocionales, sociales, económicas, etc.). Aporta por tanto una información cualitativa y basada en las
opiniones de quienes contestan al formulario.
Esta aplicación sirve para lo siguiente:
Puede usarse como pre-test para ayudar al diseño de proyectos. Antes de lanzar un proyecto de lectura,
la persona que lo lidera puede hacer una valoración de los posibles efectos del proyecto sobre una serie de objetivos
beneficiosos para la comunidad. De esta forma, contará con la oportunidad de reformular o modificar algún elemento para
mejorar la relación del proyecto con un ámbito determinado de objetivos, antes de empezar a ejecutarlo.
Puede usarse como un post-test para demostrar sus efectos, para usarlo como
instrumento de comunicación o para mejorar su impacto en el futuro. Una vez ejecutado el proyecto de lectura, tanto la persona que lo lidera como todos las personas participantes pueden dar su
opinión sobre los efectos positivos del proyecto en torno a una serie de objetivos beneficiosos para la comunidad. De
esta forma obtendremos un instrumento de comunicación para demostrar el interés del proyecto a posibles financiadores
(por ejemplo, responsables políticos), para promocionarlo en medios (por ejemplo, emisoras de radio locales), o para
compartir con otros profesionales las lecciones aprendidas (por ejemplo, en cursos o congresos). Así mismo, nos da la
oportunidad de reformular o modificar algún elemento para incrementar la relación del proyecto con un ámbito determinado
de objetivos, cuando se vaya a volver a ejecutar en el futuro.
RECURSOS PARA MEJORAR LOS EFECTOS EN CADA ÁMBITO
BIENESTAR PERSONAL Y SALUD
Un neurólogo como David Ezpeleta afirma que «cuando se lee se activa la corteza visual,
áreas específicas para otorgar valor lingüístico
a la información visual, áreas que otorgan significado a lo que se lee, áreas del lenguaje y
áreas relacionadas con la emoción o el placer de la lectura. Pero también hay grandes zonas
que se ponen a trabajar en paralelo, como el lóbulo frontal, que con sus funciones
ejecutivas nos ayuda a ordenar mentalmente personajes, fechas, tramas, zonas relacionadas
con la memoria de trabajo (lo que estamos leyendo), la memoria biográfica (lo que hemos
leído) y la memoria de futuro o prospectiva (lo que aún no hemos leído, pero intuimos que va
a pasar). La lectura es una actividad muy exigente para el cerebro y por esta razón podemos
trabajar con ella como un medio para potenciar la reserva cognitiva las últimas
investigaciones neurocientíficas muestran que genera reserva cognitiva, nuevas conexiones
neuronales que previenen enfermedades derivadas de la degeneración neuronal.»
Pero la lectura no es sólo beneficiosa para la salud cerebral, sino que también se ha venido
demostrando el impacto positivo en el plano psicológico y emocional. Por una parte, implica
un sistema de relajación frente a situaciones de presión, porque permite al lector suspender
sus pensamientos sobre lo inmediato e internarse en una historia o en una propuesta textual
determinada. Asimismo, las experiencias compartidas en torno a una lectura suponen un
acercamiento entre miembros de una comunidad o un impacto emocional compartido en el seno de
la familia.
La forma en como esta aplicación recoge las opiniones de los participantes está muy
simplificada, a través de formulaciones muy genéricas como “Me ayuda a tener la mente activa
y creo que es bueno para mi cabeza” y “Me hace sentir bien conmigo mismo, sin preocupaciones
y también conecto con los demás”, porque el objetivo es captar las impresiones, las
vivencias y las percepciones de las personas que están evaluando su experiencia.
Puede ser que el resultado obtenido tras las respuestas de los participantes y el
subsiguiente cálculo del algoritmo de la aplicación sugiera que el grado de impacto o la
relación de nuestro proyecto con el bienestar personal y la salud sea escaso. Si queremos
incrementar los efectos del proyecto sobre este aspecto, puede interesarnos acceder a alguno
de los siguientes recursos:
-
En este documento del LCFL se recogen argumentos para entender la
importancia de la lectura como forma de prevención frente a enfermedades del cerebro
-
En este documento del LCFL se ofrece una panorámica sobre las
investigaciones neurocientíficas respecto al impacto de la lectura
APRENDIZAJE
La forma en como esta aplicación recoge las opiniones de los participantes está muy
simplificada, a través de formulaciones muy genéricas como “He aprendido a hacer cosas
nuevas para mi ocio o profesión” o “Me ayuda en mi desempeño académico (escuela o
universidad)” o, finalmente “He mejorado mi capacidad de lectura o escritura o aprendido a
buscar mejor la información que necesito y entenderla”, porque el objetivo es captar las
impresiones, las vivencias y las percepciones de las personas que están evaluando su
experiencia.
Puede ser que el resultado obtenido tras las respuestas de los participantes y el
subsiguiente cálculo del algoritmo de la aplicación sugiera que el grado de impacto o la
relación de nuestro proyecto con el aprendizaje y la adquisición de destrezas sea escaso. Si
queremos incrementar los efectos del proyecto sobre este aspecto, puede interesarnos acceder
a alguno de los siguientes recursos:
-
Desde una perspectiva de orientación estratégica, este documento del LCFL explica los fundamentos entre la lectura
y los aprendizajes en una sociedad digitalizada
IGUALDAD ENTRE SEXOS
La forma en como esta aplicación recoge las opiniones de los participantes está muy
simplificada, a través de formulaciones genéricas como “Me ha ayudado a proteger mi salud
ante el embarazo” o “Me ha ayudado a mejorar mi preparación profesional para encontrar
trabajo o emprender por mi cuenta o a participar en la comunidad”, porque el objetivo es
captar las impresiones, las vivencias y las percepciones de las personas que están evaluando
su experiencia.
Puede ser que el resultado obtenido tras las respuestas de los participantes y el
subsiguiente cálculo del algoritmo de la aplicación sugiera que el grado de impacto o la
relación de nuestro proyecto con el logro de una efectiva igualdad entre sexos sea escaso.
Si queremos incrementar los efectos del proyecto sobre este aspecto, puede interesarnos
acceder a alguno de los siguientes recursos:
-
Este documento del LCFL aporta datos y reflexiones sobre la
relación de las mujeres con el mundo la lectura y los libros
-
Este documento recoge el modelo elaborado por Cleide Fernandes
(Brasil), Juana Imelda Hernández (Guatemala), Fabrizzio Javier Zucchini (Paraguay) y
Gilda Paola Zúñiga (Chile) para la generación de un conjunto de proyectos bibliotecarios
que orienten y acompañen con la lectura y la información a adolescentes gestantes y sus
parejas en su camino a la maternidad y paternidad, entregándoles orientación social,
médica, psicológica y jurídica
FORMACIÓN DE CAPITAL HUMANO Y CREACIÓN DE RIQUEZA
La forma en como esta aplicación recoge las opiniones de los participantes está muy
simplificada, a través de formulaciones muy genéricas como “Me ha ayudado a mejorar mi
preparación profesional para encontrar trabajo o emprender por mi cuenta”, “Me ha ayudado a
ver oportunidades profesionales y de alianzas con la administración o ciudadanos para
impulsar proyectos o negocios” o “Me ha aportado un lugar, unos servicios o recursos para mi
profesión”, porque el objetivo es captar las impresiones, las vivencias y las percepciones
de las personas que están evaluando su experiencia.
Puede ser que el resultado obtenido, tras las respuestas de los participantes y el
subsiguiente cálculo del algoritmo de la aplicación, sugiera que el grado de impacto o la
relación de nuestro proyecto con la creación de riqueza y la mejora de la cualificación del
capital humano sea escaso. Si queremos incrementar los efectos del proyecto sobre este
aspecto, puede interesarnos acceder a alguno de los siguientes recursos:
-
Desde una perspectiva de orientación estratégica, este documento del LCFL explica los fundamentos entre la lectura
y los aprendizajes en una sociedad digitalizada.
-
Aunque el enfoque de Este documento del LCFL se orienta en mayor medida al impacto
sobre las jóvenes empresas del sector cultural, también se recogen ideas sobre el
protagonismo de los lectores en el emprendimiento
IMPULSAR LA SEGURIDAD Y SOSTENIBILIDAD EN LA COMUNIDAD
La forma en como esta aplicación recoge las opiniones de los participantes está muy
simplificada, a través de formulaciones muy genéricas como “He encontrado un sitio seguro,
accesible en el que socializar, leer y hacer cosas interesantes, sin limitaciones por edad o
discapacidad”, “He compartido mi creatividad y/o he conocido las capacidades que tiene otros
ciudadanos de mi comunidad” o “Me ha ayudado a conocer y defender el patrimonio cultural o
natural o asumir la importancia del reciclaje”, porque el objetivo es captar las
impresiones, las vivencias y las percepciones de las personas que están evaluando su
experiencia.
Puede ser que el resultado obtenido, tras las respuestas de los participantes y el
subsiguiente cálculo del algoritmo de la aplicación, sugiera que el grado de impacto o la
relación de nuestro proyecto con la sensación de seguridad y la sostenibilidad sea escaso.
Si queremos incrementar los efectos del proyecto sobre este aspecto, puede interesarnos
acceder a alguno de los siguientes recursos:
-
En este documento de la FGSR se puede encontrar un informe sobre
una investigación en torno a las actitudes de los
usuarios de una biblioteca pública y una propuesta de método de trabajo para convertirla
en el centro de intercambio de
saberes y de colaboración de los ciudadanos para construir una comunidad
-
Modelo creado por Lucía Irene Abello Abello (Chile), Víctor Hugo
Paz Juárez (Guatemala), Rafael Ruiz Pérez (España) e
Isabel Inês Veiga Vila (Portugal) para la construcción de proyectos de implantación de
experiencias de fabricación y de
creatividad en la biblioteca (makerspaces), atraer a nuevos usuarios a las bibliotecas a
través de la creación de esta
nueva dimensión del servicio bibliotecario y generar una cultura del reciclaje creativo
INCLUSIÓN SOCIAL
La forma en como esta aplicación recoge las opiniones de los participantes está muy
simplificada, a través de formulaciones muy genéricas o referidas a sectores específicos
como “Me ha ayudado a comprender mejor a la gente mayor o a personas con discapacidades o
pertenecientes a minorías”, “Me permite acceder a recursos para aprender o prepararme para
encontrar trabajo” o “Me ha ayudado a mantener contacto con mi lugar de procedencia o
acceder a proyectos de organizaciones asistenciales”, porque el objetivo es captar las
impresiones, las vivencias y las percepciones de las personas que están evaluando su
experiencia. A esto se suma el especial valor que tienen las opiniones en función de los
sujetos participantes y los grupos sociales a los que pertenezcan.
Puede ser que el resultado obtenido, tras las respuestas de los participantes y el
subsiguiente cálculo del algoritmo de la aplicación, sugiera que el grado de impacto o la
relación de nuestro proyecto con la inclusión social sea escaso. Si queremos incrementar los
efectos del proyecto sobre este aspecto, puede interesarnos acceder a alguno de los
siguientes recursos:
-
En este documento de la FGSR puede consultarse una investigación en
torno a las necesidades de un nuevo espacio bibliotecario en el contexto de un barrio
con problemas sociales, con una renta más baja respecto a la media del municipio y una
proporción de población inmigrante elevada. El resultado de la investigación se vuelca
en un modelo de trabajo en torno a perfiles de lectores y el impacto social que se
derivaría en cada caso.
-
En este documento de la FGSR se puede encontrar un informe sobre
una investigación en torno a las actitudes de los usuarios de una biblioteca pública y
una propuesta de método de trabajo para convertirla en el centro de intercambio de
saberes y de colaboración de los ciudadanos para construir una comunidad.
-
Modelo elaborado por Bruno Duarte Mendes Eiras (Portugal), María
Cruz Acín (España), Wander Martins Borges Filho
(Brasil), Luis Guillermo Gutiérrez (México) y Luz Stella Saldarriaga (Colombia) para
atender la diversidad cultural y
social del entorno mediante propuestas de lectura y recursos bibliotecarios, dirigidos a
la mayor cantidad posible de
colectivos que integran el mapa etnográfico de la comunidad, promover actuaciones que
enriquecen la educación de la
ciudadanía en la diversidad, como forma de contribuir a la cohesión social y la
convivencia dentro de la comunidad y
proporcionar un lugar de encuentro en igualdad de condiciones entre todos los ciudadanos
que conviven en un misma
comunidad
PARTICIPACIÓN
La forma en como esta aplicación recoge las opiniones de los participantes está muy
simplificada, a través de formulaciones muy genéricas como “Me ha permitido participar en el
diseño de proyectos o en iniciativas sociales o culturales” o “He podido compartir
actividades y debatir ideas con otros ciudadanos”, porque el objetivo es captar las
impresiones, las vivencias y las percepciones de las personas que están evaluando su
experiencia.
Puede ser que el resultado obtenido, tras las respuestas de los participantes y el
subsiguiente cálculo del algoritmo de la aplicación, sugiera que el grado de impacto o la
relación de nuestro proyecto con la participación ciudadana sea escaso. Si queremos
incrementar los efectos del proyecto sobre este aspecto, puede interesarnos acceder a alguno
de los siguientes recursos:
-
En este documento de la FGSR se puede encontrar un informe sobre
una investigación en torno a las actitudes de los usuarios de una biblioteca pública y
una propuesta de método de trabajo para convertirla en el centro de intercambio de
saberes y de colaboración de los ciudadanos para construir una comunidad.
-
Modelo creado por Carola Gómez Rojas (Chile), María del Carmen
López (Ecuador), Marcela Oporta Sevilla (Costa Rica) y Marcos Paulo Rodrigues (Brasil)
orientado a la construcción de proyectos bibliotecarios que visibilicen el capital
humano y social de la comunidad, empoderen a la comunidad en su quehacer colectivo y
consoliden a la biblioteca como conector de los distintos roles y quehaceres de la
comunidad, desde una mirada amplia del significado del hecho lector y del trabajo
bibliotecario
comunidad
CAPITAL CULTURAL Y CREATIVIDAD
La forma en como esta aplicación recoge las opiniones de los participantes está muy
simplificada, a través de formulaciones muy genéricas como “Me ayuda a descubrir literatura
o enriquecer mi cultura en general”, “Me ha servido para leer más y leer cosas más complejas
que antes no leía” o “Me ha impulsado a ser más creativo o a tener una afición nueva o a
compartir mi creatividad”, porque el objetivo es captar las impresiones, las vivencias y las
percepciones de las personas que están evaluando su experiencia.
Puede ser que el resultado obtenido, tras las respuestas de los participantes y el
subsiguiente cálculo del algoritmo de la aplicación, sugiera que el grado de impacto o la
relación de nuestro proyecto con el crecimiento del capital cultural y la creatividad sea
escaso. Si queremos incrementar los efectos del proyecto sobre este aspecto, puede
interesarnos acceder a alguno de los siguientes recursos:
-
Modelo creado por Lucía Irene Abello (Chile), Víctor Hugo Paz
Juárez (Guatemala), Rafael Ruiz Pérez (España) e Isabel Inês Veiga Vila (Portugal) para
la construcción de proyectos de implantación de experiencias de fabricación y de
creatividad en la biblioteca (makerspaces), atraer a nuevos usuarios a las bibliotecas a
través de la creación de esta nueva dimensión del servicio bibliotecario y generar una
cultura del reciclaje creativo.
-
Modelo creado por Blanca E. Esquiná (Guatemala), Cristian
Maturana (Chile), Oscar Rodríguez (Costa Rica) y María Ángeles Salvador (España) para
generar servicios y herramientas orientados al estímulo de la creatividad y despertar
talentos, prescindiendo de ecosistemas digitales, a partir de concepto de ‘laboratorio’
analógico.
UN PASO MÁS ALLÁ: HACIA UNA EVALUACIÓN DEL IMPACTO
Evaluar supone comparar la situación que existía con la que -de forma indubitada- ha provocado nuestro proyecto y,
por lo tanto, implica también determinar si se han logrado los objetivos que se habían propuesto.
Esta aplicación no proporciona semejante análisis, pues no parece
fácil automatizar un proceso de esta naturaleza. Lemétrika es un recurso que se orienta
hacia:
-
El contraste previo de la relación entre nuestro diseño y los posibles ámbitos de
impacto positivo de los proyectos de lectura.
-
La transformación de las opiniones y percepciones de los participantes en el proyecto en
un breve informe sobre el posible impacto de nuestro proyecto sobre ciertos ámbitos.
-
La obtención de un recurso de comunicación para defender nuestro proyecto ante la
comunidad o nuestros superiores, que potencie su continuidad futura, la dotación
presupuestaria o el incremento de participantes.
-
La consolidación de un mapa de posibles impactos de nuestra actividad global, a través
de la valoración de la totalidad de nuestros proyectos (mediante la aplicación de los
cuestionarios de la aplicación a cada uno de los que hemos ejecutado).
No obstante, Lemétrika no tiene porqué limitarse a esas cuatro aportaciones, sino que puede
servir también para iniciar un proceso de evaluación más ambicioso, que se dirija a
determinar el impacto positivo de nuestros proyectos sobre los objetivos que se hayan
planteado.
Si hablamos de evaluación de proyectos, en la mayoría de los casos nos estaremos refiriendo
a dos tipos de evaluación diferentes: en el primer caso estaríamos hablando de una
evaluación del impacto del proyecto, mientras que en el segundo se trataría de una
evaluación más centrada en los resultados concretos de la actividad.
Por lo tanto, una primera conclusión que podemos asumir es que hay diversos tipos de
evaluación. No sólo esas dos clases de evaluación principales, sino otras modalidades que se
dirigen a valorar aspectos tan variados como la calidad de la implementación o el grado de
conocimiento público de un proyecto.
Evaluación de impacto
El principal objetivo del tipo de evaluación que aquí se plantea es medir y demostrar el impacto social que se ha
derivado de la aplicación de los proyectos de lectura sobre unos objetivos de mejora para las personas o la sociedad en
su conjunto.
Una vez que hemos recordada esta finalidad primordial, puede ser útil que aportemos alguna
información respecto a las diversas vertientes en las que ese objetivo puede manifestarse
cuando lo ponemos en relación con la, a su vez, diversa relación de ámbitos en los que se
opera:
-
Demostrar al financiador la rentabilidad social de la inversión (como recurso para la
“advocacy”).
-
Maximizar y mejorar el impacto en el futuro (introduciendo correcciones en nuestro
proyecto).
-
Diseminar información para que se multipliquen en otros ámbitos los posibles efectos
positivos de nuestro proyecto (a través de la emulación).
Si se quiere obtener un pleno sentido y aprovechar la potencia de este planteamiento para la
medición de impacto, es necesario partir de una concepción que mira hacia el exterior de
nuestra organización para centrar la mayor parte de nuestros esfuerzos en:
-
Definir una oferta que mejore la vida de los ciudadanos o resuelva algunos de sus
problemas (propuesta de valor).
-
Decidir a qué grupos de ciudadanos se va a dirigir prioritariamente (segmentos).
-
Establecer los medios para hacer llegar la nueva propuesta o para atraer a nuevas
audiencias y consolidar las tradicionales (canales).
-
Optar por el tipo de interacciones que se van a mantener con los usuarios, qué clase de
intervención se les va a solicitar, en qué fase comienza esta interacción y de qué modo
va a estar posicionada la biblioteca en el entorno (relación con clientes).
-
Fijar cuál va a ser la rentabilidad para la comunidad y para el interés público (fuentes
de ingresos).
Asimismo se maneja un correlato en cuanto a los elementos de orden interno u organizativo
que marcan la dinámica sobre la cual se va a implementar la evaluación:
-
Definición de lo que se necesita para poner en marcha el proyecto de lectura, como puede
ser la colección de la biblioteca pública o escolar, el sistema de comunicación, el
equipo humano, las salas para las actividades (recursos clave).
-
Selección de las actividades que conforman el núcleo de la función que cumple nuestra
organización (biblioteca, centro social, escuela, museo, etc.) como centro cultural y
espacio de servicios públicos a la ciudadanía (actividades clave).
-
Diagnóstico y decisión sobre los contactos y los actores con los que es necesario
trabajar para poner en marcha la propuesta de valor, como serían las asociaciones de la
comunidad o los mismos proveedores de servicios informáticos o la imprenta local (socios
clave).
-
Previsión de los costes que tiene nuestra organización, tales como los salarios del
equipo, la colección, los gastos generales y los específicos de la nueva propuesta de
valor (estructura de costes).
Si recapitulamos, los cinco elementos para construir la ecuación de la Red de Valor del
Impacto (RVI) son:
-
Insumos: son los recursos humanos y financieros invertidos en nuestro proyecto.
-
Actividad del proyecto (output): son las operaciones concretas que están contempladas en
la programación del proyecto de lectura.
-
Productos: es la oferta en torno a la lectura que se aporta a los participantes.
-
Resultados: son los beneficios sociales, aprendizajes, transformaciones personales
concretas en los ciudadanos a los cuales se dirige el proyecto de lectura, que derivan
de las actividades (outcome).
-
Impacto: son efectos más a largo plazo y de mayor alcance que provocan una
transformación en la comunidad y en las personas.
La importancia de comprender cuáles son nuestros objetivos
La visión correcta de los objetivos es básica para que la evaluación sea útil para potenciar
el papel de la lectura en la sociedad y el nivel de compromiso de los participantes
potenciales y de las entidades financiadoras, que habitualmente son administraciones
públicas.
Un desafío de la cultura de la evaluación es que la mayor parte de las administraciones
públicas no se muestran interesadas, ni dedican esfuerzos, ni rentabilizan los escasos
ejercicios que llevan a cabo en identificar los objetivos de impacto y la razón de ser de la
evaluación de impacto. Sin duda, esto es un problema para el papel de la lectura en nuestra
sociedad desde diferentes puntos de vista:
-
Dificulta la toma de decisiones sobre la conveniencia de lanzar o no ciertos proyectos o
iniciativas generales (por ejemplo, un plan plurianual de fomento de la lectura).
-
Inhabilita a los profesionales de la lectura para diseminar las nuevas lecciones
aprendidas en la ejecución de proyectos por no poder demostrar sus efectos.
-
Dificulta a las autoridades la toma de decisiones sobre la priorización de las
inversiones o la dotación de recursos.
-
Impide a los profesionales de las mediaciones lectoras el llevar a cabo una defensa
eficaz de las inversiones (advocacy) ante la sociedad y las autoridades.
Esta es en parte la razón por la que aquí se plantea un criterio realista e híbrido (nuestro
enfoque es atípico) en el sentido de que se propone una mirada conjunta a dos planos
diferentes de los proyectos y su evaluación:
-
La perspectiva del equipo profesional encargado del diseño, ejecución y evaluación de
proyectos de lectura.
-
La perspectiva de la administración financiadora de la biblioteca, escuela, centro
cultural o de la entidad financiadora del proyecto de lectura concreto que se pone en
marcha.
¿Por qué nos interesa evaluar?
El ejercicio evaluador puede ser muy rentable si se consigue diseñar un mecanismo para
obtener una diversidad de piezas con una misma operación:
-
Datos para la mejora del diseño de nuestras iniciativas.
-
Argumentos para la motivación de todo el equipo de la biblioteca.
-
Mensajes para el compromiso y la participación de los ciudadanos en una empresa dotada
de claridad en los logros y rematada con el éxito que se comparte entre todos.
-
Piezas, testimonios y datos para la convicción de la entidad financiadora.
-
Información para estimular la emulación por parte de la profesión.
-
Información para estimular la implicación de otros nuevos financiadores.
La formulación de los resultados esperados del proyecto consiste en traducir los objetivos
en resultados (outcomes). Esta traducción suele implicar una reconducción a datos numéricos
porque se busca algo tangible y demostrable; pero, a diferencia de la mirada centrada en la
actividad (p.ej. número de sesiones de asesoría para la inserción laboral de adolescentes en
el mercado laboral) se centra en la idea de cambio sobre la situación o las personas (p.ej.
número de participantes que han encontrado un puesto de trabajo gracias a la mejora de
destrezas lectoras).
Los resultados refieren siempre a la relación con los objetivos, pero pueden formularse de
varias maneras:
-
Pueden orientarse a la constatación de unos niveles de logro determinados (que el 75% de
las adolescentes gestantes sigan las pautas sanitarias que han sido establecidas en las
sesiones de formación en la biblioteca).
-
También pueden expresarse como la demostración de las transformaciones en las conductas
en la población destinataria (que un porcentaje determinado de la población sin hogar
del distrito comience a acudir a la biblioteca a recibir información y ofertas de ocio
en torno a la lectura; que los adolescentes mejoren las calificaciones en la escuela
después de acudir a un programa de formación).
-
Por otra parte, los resultados se enuncian también en términos de comparación entre un
escenario tendencial y otro más favorable (evolución más positiva de lo que marcaba la
tendencia natural) o entre un grupo de personas que han participado en la experiencia y
un grupo de control al cual no se le han aplicado las acciones del proyecto (mayor
comprensión lectora de los participantes en los clubes de lectura que los del grupo de
control que leían de forma independiente).
Por lo tanto, la cuestión de la determinación de los resultados que serán objeto de
valoración es completamente crucial: deben identificarse unos resultados que sean concretos
y vinculados estrechamente al objetivo de la evaluación del impacto. Desde esta perspectiva
es importante repasar una serie de criterios de elección de los resultados:
-
Deben ser concretos: transformaciones reales para los destinatarios, para el ecosistema
de la comunidad en la que se opera y, en otro sentido, para el ente financiador.
-
Deben ser alcanzables: cambios en conductas, apreciaciones, competencias o condiciones
sociales que puedan llegar a conseguirse realmente con el tiempo y los recursos
utilizables.
-
Deben estar directamente vinculados al objetivo principal del proyecto: ser útiles para
la toma de decisiones sobre la rentabilidad social de la inversión (financiador), para
la priorización de proyectos de lectura o para la promoción (advocacy) del papel de la
lectura en la sociedad.
-
Deben ser estratégicos: debería optarse por resultados que se relacionen directamente
con la función más estratégica y principal de la lectura en la sociedad.
La evaluación del impacto social de los proyectos de lectura debe observar el balance de los
resultados que tengan consecuencias educativas, económicas y sociales, que sean apreciables
y relevantes para los financiadores, para los medios de comunicación y, sobre todo, para los
destinatarios finales y futuros participantes. Por este motivo es fundamental incorporar en
la tarea de la formulación de los resultados a todos los actores implicados, ya que tenemos
que dirigir la evaluación hacia las áreas que son de interés para todos ellos.
Los indicadores
Los indicadores son pieza básica para medir el cambio o transformación que se haya producido
a causa de la implementación del proyecto de innovación en la biblioteca. Esto opera en dos
planos:
-
Un terreno instrumental que está constituido por los servicios que se implantan
(actividad: outputs).
-
El ámbito fundamental de evaluación sobre la transformación (resultados).
Esta diferenciación es interesante como forma de deslindar esos terrenos y desde la
individualización de la idea de resultados, una vez más, subrayar la necesidad de que la
evaluación en el ámbito bibliotecario no se reduzca a la medición del ‘activismo’. Pero es
cierto que hay muchos casos en los que un mismo indicador es relevante para la medición de
ambas magnitudes.
Una de las labores fundamentales para el diseño de un plan de evaluación es siempre la
selección de los indicadores que se van a utilizar para medir el impacto.
Lo habitual es que el proyecto que queremos evaluar se dirija a mejorar una situación:
promover un cambio de un escenario de partida hacia otro más positivo desde el punto de
vista social. El punto de partida debe ser ajeno al propio proyecto, ya que lo que
pretendemos es demostrar que la comunidad ha cambiado para mejorar la situación de partida.
Por lo tanto, un primer desafío es el de caracterizar la situación de partida y esto implica
que tiene que existir algún medio de verificación de la misma. Necesitamos tener una buena
información sobre la situación que queremos mejorar para que sea posible la evaluación del
éxito mediante la comparación entre aquella y la situación que se constata tras la ejecución
del proyecto. Si un proyecto se dirige a mejorar los resultados académicos de grupos
excluidos de niños en comunidades muy desfavorecidas, necesitaremos apoyarnos en evidencias
estadísticas que describan el problema de partida. Esta labor suele orientarse hacia la
búsqueda de datos oficiales y un trabajo de documentación, pero el peligro de esta fase es
que drene una cantidad de tiempo excesiva y que el equipo acabe por perder el contacto con
la realidad concreta sobre la que se opera.
Por lo tanto, el consejo sería evitar convertir esta operación en un denso trabajo
documental. Destacado de este epígrafe: El diseño de la cartera de indicadores debe
orientarse hacia la demostración del impacto en lugar de la medición de la actividad
Los criterios metodológicos más básicos para la elección de indicadores serían:
-
Hay que buscar indicadores que cumplan el criterio de SMART, que son las siglas de las
palabras inglesas specific: concreto, measurable: medible, achievable: alcanzable,
relevant: relevante, time-bound: con un plazo.
-
Deben ser coherentes con la ética pública y con los fines más estratégicos de la
administración en la que se encuadre la biblioteca o la escuela, por ejemplo.
-
Deben ser cuantificables de un modo fiable y contrastado.
-
Deben ser elegidos con carácter previo a la identificación de la existencia de una
posible base de datos a la cual acceder.
-
Deben incluirse indicadores que sean determinados por fuentes de información o
evaluación ajenas a nuestro propio equipo.
-
Deben ser múltiples para que la visión no quede limitada a una única dimensión del
resultado y del impacto del proyecto.
-
Deben ser comprensibles y fácilmente comparables en un marco multi-organizacional y
multi-territorial.
Por otra parte, desde el punto de vista de la doble perspectiva -financiador y responsable
del proyecto- es necesario que la selección de indicadores tenga en cuenta estas dos capas
de medición de impacto a la hora de:
-
Buscar también indicadores que sean coherentes con el sistema de indicadores que el
financiador utilice en la generalidad de sus actuaciones.
-
Llegar a un consenso respecto a los indicadores que son más elocuentes para ambas
perspectivas de valoración.
Desde esta última perspectiva, la entidad financiadora tendrá que poner en juego una
combinación de indicadores de ouput con indicadores de resultados e impacto, porque uno de
los objetivos de la medición de impacto puede estar perfectamente dirigido a la valoración
que la Administración Pública hace de la calidad de nuestros proyectos con los presupuestos
que les asigna. Por esta razón deberán seleccionarse algunos indicadores, relacionados
directamente con las actividades (output). Sin embargo hemos hablado de la conveniencia de
combinar ese tipo con los indicadores de outcome, porque los primeros no van a dar una
información suficiente sobre si el proyecto está realmente aportando al logro de los
resultados previstos.
El esquema de la evaluación
Lo habitual es que nuestra capacidad de medir el impacto de un proyecto sea limitada, en la
mayoría de las ocasiones, porque tiene un alcance bastante técnico y exige un tiempo
importante de dedicación y la aplicación de recursos no desdeñables.
El planteamiento de Lemétrika es proporcionar un primer paso, modesto pero accesible en este
camino. Es cierto que la forma de evaluar el impacto social de sus proyectos es a través de
sus resultados (outcomes), pero un primer acercamiento en la valoración de los
participantes.
La medición del impacto sirve para verificar si se está produciendo o no un impacto positivo
y en qué medida se da, es decir, qué valor tiene. Este paso también ayuda a identificar los
impactos de mayor valor desde el punto de vista social y puede ayudarnos a priorizar sus
recursos en iniciativas de mayor impacto social.
El financiador debe verificar periódicamente el cumplimiento de las expectativas de los
actores involucrados con el objetivo de poder ir corrigiendo a tiempo los posibles fallos.
Podríamos simplificar la cuestión afirmando que hay tres grandes sistemas que se utilizan
para verificar el impacto de los proyectos:
-
Investigación con fuentes secundarias: confirmando si los resultados identificados se
pueden contrastar con otros datos (otras investigaciones, bases de datos, estadísticas
públicas, etc.).
-
Análisis comparativo: comparando los resultados hallados con otras investigaciones
llevadas a cabo en proyectos u organizaciones similares en términos de temática,
territorio u objetivos.
-
Entrevistas y grupos de discusión / focus groups: haciendo preguntas neutras a una
muestra representativa de agentes involucrados.
Lemétrika es un paso previo o una forma rápida, escalable y accesible para incidir en el
tercer ámbito citado: la propia opinión de los participantes. Un modo más ambicioso y con
mayor alcance sería partir del informe de la aplicación para plantearse una dinámica de
entrevistas y grupos de discusión.
Efectivamente, una técnica muy interesante para cotejar las previsiones con los resultados
consiste en trabajar con herramientas cualitativas dirigidas a los destinatarios o
participantes, a través de grupos de discusión (Focus Group) o mediante entrevistas. Con
esta herramienta se construye una información completamente subjetiva que debería
contrastarse con datos que se obtengan con otros procedimientos y aporta, precisamente, un
punto de vista muy cercano al terreno que nos habla de la vertiente experiencial.
Desde la experiencia de las evaluaciones realizadas por la Fundación Germán Sánchez
Ruipérez, la técnica de los Focus Group es de una gran utilidad práctica. Conviene conocer
los elementos básicos de la preparación y realización de una experiencia de este tipo.
Se trata de una mecánica centrada en seis fases, que no en todas las ocasiones funciona con
una estructura secuencial (puede haber ajustes en las etapas precedentes en función de lo
que va ocurriendo en las ulteriores):
-
Establecer los objetivos y compilar documentación previa sobre el
asunto.
Es necesario establecer desde un principio el producto final que queremos obtener, tanto
en cuanto a su finalidad como en cuanto al formato que tendrá. Asimismo es conveniente
contar con mucha información de partida: hay que estudiar el asunto porque esto
permitirá preparar las sesiones dotándolas de una estructura que sea comprensible para
todos (participantes y analistas).
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Selección de los participantes.
Como ya se sabe el tipo de información que se necesita (fase anterior) es necesario
encontrar unos participantes que conozcan el proyecto de primera mano -porque han sido
sus destinatarios- y estén dispuestos a colaborar compartiendo sus opiniones con los
demás.
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Diseño de la sesión.
Aunque la apariencia de la sesión para los participantes debe ser de una gran
espontaneidad, el equipo evaluador debe haber fijado la estructura temática con unas
preguntas básicas y con el desarrollo de un segundo nivel para cada una de ellas.
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Gestión de la sesión.
Es fundamental apoyarse en la estructura y tenerla muy interiorizada porque esto se
complementa con una gran flexibilidad para ir de unos asuntos a otros, escuchando,
dejando fluir el diálogo informal y espontáneo, pero obteniendo información suficiente
sobre cada uno de los ejes temáticos de la estructura.
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Elaboración de informe.
Con los materiales obtenidos de las notas y de las grabaciones se lleva a cabo un
análisis, una valoración y -esto es fundamental- una síntesis de la información
obtenida.
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Edición y presentación del informe.
Una vez que se ha redactado el informe es muy importante elaborar un resumen ejecutivo y
ser capaces de articular una presentación muy convincente que aporte la información más
directamente relacionada con el impacto del proyecto.
Una recomendación para profundizar en la información que aporta Lemétrika es recurrir a la
recogida de testimonios más completos de los participantes. A estos testimonios sobre el
impacto percibido en las vidas de los destinatarios de los proyectos se les ha denominado
como “Historias de cambio”. La FGSR empezó a utilizar esta metodología a partir de su
trabajo (en colaboración con el Cerlalc) en el programa Global Libraries de la Fundación
Bill & Melinda. Se trata de la narración de historias como método estructurado que describe
los resultados y el impacto de un proyecto desde el punto de vista de los destinatarios del
mismo, por ejemplo, desde la historia que cuente la bibliotecaria que ha participado en un
programa de formación en innovación o desde el testimonio de un ciudadano que ha participado
en un taller de creatividad digital.
Cuando decimos que es un método estructurado es porque se lleva a cabo utilizando un
protocolo de entrevista con estructura marcada desde el diseño de la evaluación, en la que
cada una de las entrevistas ha de seguir una misma ruta en forma de cuestionario.
El objetivo es que los participantes ofrezcan una historia que refleje la experiencia y el
cambio que esa persona ha experimentado. Las historias de cambio son muy interesantes porque
nos permiten construir algunas conclusiones más cercanas a la ‘contribución’ que el proyecto
ha supuesto para el sistema sobre el que actúa que a una ‘atribución’ directa de la
totalidad de los cambios provocados.
Esta herramienta tiene dos ventajas evidentes:
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En cierto sentido, esta forma de entender la evaluación de impacto, sin ser la única, ni
mucho menos, nos sitúa como evaluadores en un contexto de menor tensión y también de una
complejidad técnica y costes inferiores a los de otras herramientas.
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La otra ventaja es que proporciona una materia prima óptima para la generación de piezas
de comunicación que puedan ser usadas para la promoción del proyecto y la defensa del
papel de la lectura en la sociedad.
Sin embargo, debemos reconocer que la desventaja general de esta herramienta es que no dota
de una representatividad a la muestra porque no es habitual que se especifique si la visión
aportada es compartida por todos los destinatarios y resulta muy difícil extraer
conclusiones de este tipo; por este motivo lo ideal es completar el uso de esta herramienta
con otra técnica.